Hay muchísimos casos de profesionales “exitosos”, pero que se sienten insatisfechos.
Incluso desdichados.
En mi caso, que me he movido mucho en el sector del marketing, me vienen a la mente algunos grandes referentes que han acabado retirándose durante algún tiempo, o que han vuelto después de un tiempo en silencio.
Referentes como Maïder Tomasena, Javi Pastor o Mónica de los Ríos, que han tenido que hacer frente a esa insatisfacción e incluso al burn out.
Y eso que desde fuera parecía que habían alcanzado la cima de su carrera, y que deberían sentirse felices con todo lo que han conseguido…
En teoría.
Y digo en teoría porque muchas veces…
La definición de “éxito profesional” que nos han inculcado (o que viene como predefinida socialmente) no es la más respetuosa con nuestras necesidades, con nosotros mismos.
Ganar mucho dinero, ser reconocido en tu sector, alcanzar puestos de responsabilidad… ninguna de esas metas es necesariamente sinónimo de éxito laboral.
Eso es lo que quiero explicarte aquí.
Mi objetivo con este post es que seas capaz de encontrar tu propia definición del éxito profesional. Y sobre todo, que sepas cómo diseñar el camino para alcanzarlo.
Pero mejor empiezo por el principio…
Qué es el éxito profesional exactamente
Como te decía, muchas veces existe una disonancia entre lo que la sociedad considera tener “éxito”, y lo que realmente significa para cada uno.
Si te paras a preguntar a tu entorno: ‘qué es éxito para ti’, verás que cada uno puede darte una ‘receta’ diferente.
Por eso, antes de ver cómo trazar tu camino hacia el éxito laboral, quiero que profundicemos juntos en esta idea.
1. Lo que nos han contado hasta ahora (y las redes sociales perpetúan la idea)
Para muchas personas el éxito es sinónimo de:
- Tener un negocio enorme con un gran equipo y que facture muchísimo.
- Llegar a la cima de la jerarquía en una empresa.
- Que te inviten a participar como ponente en grandes eventos.
De algún modo, pensamos que el éxito tiene que ser algo “visible a gran escala”.
Algo que nos proporcione reconocimiento social.
Y admito que ese reconocimiento es útil (y puede llegar a ser una fuente de satisfacción y motivación).
Pero… ¿Es eso realmente el éxito?
Y, otra cosa muy importante, existe un gran problema cuando nos centramos solo en alcanzar el éxito “a ojos de los demás”, y dejamos de lado nuestras propias necesidades, inquietudes y valores.
En este caso, uno se termina perdiendo por el camino. Se pierde a si mismo. Y al final se pregunta: ¿quién soy? ¿qué diantres he hecho con mi vida?
2. Qué considero yo una buena definición de “éxito”
El éxito es aquello que te lleva a una completud; a esa sensación de sentirte completo.
Pero importante: eso no significa que esa completud esté reñida con vivir momentos de tristeza, frustración.
Entonces… ¿cómo definir tu propio concepto éxito?
Como coach he trabajado con varios clientes que tenían problemas para establecer sus objetivos profesionales.
Y, a través de mis preguntas, ellos siempre llegan a una misma conclusión: estos objetivos nunca deben venir impuestos desde fuera.
Por eso, en las sesiones de coaching trabajamos para que sean capaces de definirlos por sí mismos y encontrar su propia definición de éxito.
Una definición que…
A. Es respetuosa contigo y con tus necesidades
Esto lo vas a ver muy claro con un ejemplo.
Imagina que eres emprendedor y ofreces asesorías 1 a 1. Es un formato donde brillas, porque sientes que te permite ofrecerles a tus clientes una atención muy exhaustiva y cercana.
Pero cuando contratas a un mentor para escalar tu negocio, este te recomienda hacer un programa grupal y/o formaciones.
¿Tendría sentido hacerlo?
A nivel de facturación, sí, porque vas a generar más ingresos y más rentabilidad.
Pero si tú no te sientes cómodo con ese formato, a la larga te acabará pasando factura.
Muchos emprendedores no son conscientes de sus necesidades internas reales, y por eso se acaban marcando objetivos que les hacen sentirse infelices y frustrados.
B. Te permite mantener el equilibrio entre tu vida personal y profesional
Aquí quiero hacer hincapié en algo.
Muchas veces visualizamos el equilibrio entre nuestra vida laboral y personal como una balanza donde los dos platos están a la misma altura.
Pero no siempre es así.
Habrá personas para las que el éxito sea poder trabajar menos horas al día y pasar más tiempo con su familia (generando los suficientes ingresos para vivir bien).
Otras personas pondrán su profesión por encima de todo. Y en su caso, su objetivo podría ser encontrar una pareja que las entienda y las apoye en ese camino.
El punto de equilibrio adecuado varía según la persona.
No solo eso, sino que también puede cambiar a lo largo de la vida. Quizá al principio tu prioridad sea generar muchos ingresos, luego ganar tiempo para viajar o estar con tu familia… las posibilidades son infinitas.
¿Te has planteado ya cuál sería tu propio punto de equilibrio?
El proceso para alcanzar el éxito laboral (y cómo puede ayudarte el coaching a conseguirlo)
Tu camino hacia el éxito debería partir de un profundo trabajo de introspección y autoconocimiento.
Eso es lo que te va a permitir entender qué buscas, y definir una ruta para alcanzar esa meta que sea respetuosa y sostenible para ti.
Pero sé que esto no es fácil de llevar a la práctica.
Por eso, a modo de guía, quiero contarte cómo trabajo yo estos puntos con mis clientes de coaching.
1. Empieza por entender quién eres (conócete)
Una de las primeras cosas que hago cuando trabajo con un cliente es acompañarlo para que identifique:
- Sus valores personales.
- Sus inquietudes e intereses.
- Sus necesidades, tanto personales como profesionales.
- Sus creencias limitantes (para trabajar en ellas y evitar que los lleven a tomar decisiones erróneas).
Esto es fundamental, porque nos va a permitir establecer un objetivo que atienda a sus necesidades (en lugar de uno que venga impuesta por los estándares sociales o creencias adquiridas).
2. Qué quieres conseguir realmente
Una vez tengas claras tus prioridades, será el momento de definir tus objetivos.
Te pongo otro ejemplo.
Supongamos que tu prioridad ahora mismo es conocer otros países. Como mínimo, querrías hacer un par de viajes grandes al año.
Y te gustaría encontrar un trabajo por cuenta ajena que te permita hacerlo.
Entonces, tu definición del éxito personal sería encontrar un puesto en una empresa que:
- Te permita ganar suficiente dinero para costear tus viajes.
- Te ofrezca libertad para decidir cómo administrar tus vacaciones (y así poder hacer viajes de dos semanas, por ejemplo).
Esto te va a permitir seleccionar mejor los puestos de trabajo a los que aspirar.
Así que te pregunto: ¿qué quieres conseguir? ¿Qué recursos tienes para conseguirlo? ¿Qué te podría impedir alanzarlo?
Y como guinda del pastel… ¿este objetivo te lo planteas libremente o es lo que crees o te han dicho que tienes que alcanzar?
3. Qué camino vas a seguir para alcanzar tus metas
Ya hemos establecido una definición de éxito laboral que esté alineada contigo. Ahora toca definir cómo vas a alcanzarla.
Sigo con el ejemplo del punto anterior.
Imagina que te ofrecen un puesto de mucha responsabilidad en una empresa importante. Tendrías un sueldo alto y varias personas a tu cargo.
Pero a cambio, la empresa decide cuándo te asigna la mitad de tus días de vacaciones anuales.
Para otra persona, esta podría ser una buena oportunidad. Pero en tu caso, que quieres tener libertad para viajar cuando quieras, no.
¿Cuál sí sería una buena oportunidad para ti?
Encontrar un trabajo donde tengas menos responsabilidades y más libertad.
O incluso que te permita teletrabajar (así no tendrás que estar físicamente “atado” a una oficina).
4. Aceptar las dificultades del camino
Este es otro punto que suelo trabajar con mis clientes de coaching.
En todo camino existen los imprevistos. Y aunque hayas trazado un plan que encaja con lo que buscas, eso no significa que vayas a poder cumplirlo siempre.
Aquí vuelvo a recalcar lo importante que es conocerse a uno mismo.
Se trata de entender cómo te afectan esos momentos en los que las cosas no salen como habías planeado, y aprender a gestionarlos.
¿Qué herramientas tienes o necesitas para poder gestionar la frustración o cualquier emoción que aparezca en el caso de que surjan dificultades e imprevisto?
Extra: ¿Y si alcanzo el éxito… pero no me doy cuenta?
Esto quizá te suene extraño, pero ocurre.
Hay personas que desde fuera son percibidas como muy exitosas, pero que no son capaces de “ver” su propio éxito.
Esto les genera un gran sufrimiento, porque sienten que nunca han llegado lo bastante lejos.
Para evitarlo es fundamental que sepamos equilibrar de manera saludable nuestras propias expectativas y nuestro autoconcepto.
Eso nos va a permitir aspirar a metas cada vez más altas, pero valorando y agradeciendo todo lo que ya hemos logrado.
¿Te acompaño en tu proceso para alcanzar el éxito profesional?
Si te quedas con una sola idea de este post, que sea esta:
Para alcanzar un éxito que te haga sentir pleno, necesitas una dosis alta de autoconocimiento (conocerte a fondo a ti mismo).
Y sé que esto puede resultar, cuanto menos, complejo.
Lo sé por mi propia experiencia, pero también por la de muchos clientes a los que he acompañado en este proceso.
Clientes que venían con muchísimas dudas y con bloqueos internos que les impedían avanzar, y a los que he acompañado en el camino para:
- Detectar la raíz más profunda de sus bloqueos y poder trabajarlos.
- Encontrar una forma de vida (personal y profesional) respetuosa y amable con ellos.
- Equilibrar su situación actual con sus objetivos (que muchas veces se han definido con altas dosis de expectativas y exigencias)
Y si estás en esa situación, puedo acompañarte también a ti en este maravilloso camino.
>> En este enlace tienes toda la información sobre mis servicios como coach.
Entra y, si lo que explico allí conecta contigo, rellena el formulario para que empecemos a trabajar juntos.
Al final, el cómo quieres vivir tu vida y cuál quieres que sea la definición de éxito para ti lo decides tú. Pero te invito a tener esto presente:
Hagas lo que hagas, hazlo conSentido.
Con cariño, Marta Q.